De redactora creativa a Community Manager
Eran mis últimas dos semanas de práctica, en una agencia digital, en la cuál era la redactora. Me veo con un archivo nombrado “PDP” (plan de post), y sólo escuché una voz que decía “El Community se ha ido, así que estarás a cargo de las publicaciones durante estas semanas”. Todo se derrumbó. Como redactora me sentaba todo el día tirando ideas, ideas que eventualmente terminarían en el PDP, pero ahora había un valor agregado; la estrategia de cada post. Cuando pasas el día teniendo ideas brillantes -bueno, casi todas brillantes- te toma por sorpresa lo que es organizar la vida social de una marca en Facebook, Instagram, Twitter u otras RR.SS. Si subo un gif hoy, no debería subirlo mañana; si subo contenido de interacción hoy, mañana debería dirigir tráfico a la página mañana. Y podría seguir con los ejemplos, pero no los quiero aburrir. Pasaron las semanas, y surgió la oferta de quedarme, pero lo que ofrecían no era lo que buscaba, y decidí caer en el limbo de la cesantía, cosa que me duró dos meses. Y cuando renací de las cenizas, y me lancé a mandar CV, me encontré muchas veces con la siguiente frase; “gracias, pero no estamos buscando redactor”. Decidí entonces, abrir mi corazón y meterme de cabeza en el selecto grupo de los Community Manager. Estudié durante semanas herramientas, redes sociales, novedades, lanzamientos, y cosa que se me cruzaba en la búsqueda que ingresé a Google “Cómo ser CM y no fallar en el intento”. Empecé a mandar mi portafolio, con los status que había creado, las campañas y todo lo demás, y milagrosamente la frase que empecé a escuchar fue la siguiente; “Nos encantó tu portafolio, ¿nos podemos reunir mañana?”. Una vez más, todo se derrumbó, quizás todo ese tiempo tenía más madera de CM, que redactora creativa. Y entre muchas entrevistas, encontré una agencia que me entregaba lo que las otras no, la posibilidad de aprender. No que ahora lo sepa todo, cumpliré recién dos meses en mi puesto de Community, pero he aprendido mucho.
He aprendido que todo Community lleva adentro un redactor. He aprendido que la creatividad siempre podrá abrazar la estrategia (y serán buenas amiga). Y principalmente, he aprendido que no importa que tan buena es tu ortografía, siempre deberás revisar el status del post por lo menos cincuenta veces antes de subirlo. Lo último me costó unos cuantos porrazos. Ahora hablo de SEO, métricas, social media -ay sí, ella la full digital-. Lo fundamental es que sepan que la brecha que separa los cargos en la publicidad viene con un puente incluido que los une. No soy menos redactora por ser Community, la verdad es que hoy soy más publicista que nunca, ya no soy la estudiante que contestaba con un rotundo “redactora”, soy la profesional que dice “Soy publicista”.